jueves, 3 de junio de 2010

DOCUMENTO FUNDACIONAL

PÁRA EL PUEBLO, LO QUE ES DEL PUEBLO”

Deseamos reconocernos y sabernos parte de un proceso histórico simbolizado en el ejemplo, compromiso y sacrificio de los héroes que nos dieron patria; pretendemos recuperar la mística militante, la abnegación y el sacrificio de nuestra inmortal compañera Evita¬. Somos del “subsuelo sublevado de la patria” que se expresara un 17 de octubre. ¬El que desafiando las bombas y la metralla no dudó en defender al gobierno popular de entonces un 16 de junio de 1955. Que acompañó al puñado de militares patriotas que intento restituir en el poder al General Perón y que junto a¬ Juan José Valle pagó cara su valentía en los basurales de José León Suárez. El mismo pueblo de la Resistencia Peronista y el que hizo posible el “Luche y Vuelve”. El que lanzara los programas de Huerta Grande y La Falda. Al que no lo amedrentaron los tanques, la lluvia y los puentes cortados, para recibir y proteger el regreso a la Patria de ¬Perón el 17 de noviembre de 1972. El que luchó contra la dictadura y ofrendó 30.000 desaparecidos/as y muchos/as más que sufrieron cárcel, persecución y exilio. (Encarcelados, exiliados y perseguidos). El pueblo que se opuso a la noche neoliberal y culminó su lucha con la toma de las calles el 19 y 20 de Diciembre de 2001.
Esta corriente histórica es la que más sacrificios ha puesto en la lucha por la Liberación de la Patria y acumulado la mayor de experiencia militante del campo nacional. No apropiarse de décadas de doctrina para aplicarlas en nuestra práctica política actual es como renunciar a construir una propuesta para materializar las aspiraciones y reivindicaciones del conjunto de nuestro pueblo expresadas en un modelo de patria (el poder popular). Por eso creemos que es indispensable hacer una revisión de nuestras prácticas políticas de las últimas décadas, no ¬solo para saber dónde estuvieron los errores que nos llevaron a no poder construir una alternativa política para el campo popular, sino, y principalmente, saber cuales fueron los aciertos de la construcción política en las distintas etapas.
Creemos que la práctica política debe estar basada en principios aceptados por todas y todos. No existe práctica política sin principios que la sustenten:
La representatividad. No puede haber Liberación Nacional sin la participación popular organizada. Para ello hay que promover la organización del pueblo y para lograrlo, no solo hay que ser parte del pueblo o tener aspiraciones revolucionarias o progresistas: hay que representarlo.
El compromiso con el Proyecto Político. Nadie puede, en si mismo, asumir la representatividad de todos los intereses populares, se hace necesario construir el Proyecto que sume todas las representaciones parciales y las ponga a todas con un mismo sentido, a un mismo tiempo y en una misma dirección hacia un único objetivo: la construcción del poder. No nos sirve la representatividad, si no es en función de un Proyecto Político. Las representatividades que solo son sectoriales, se burocratizan: Tienen el techo de sus reivindicaciones de sector. No aspiran a la construcción del poder. Así es como el enemigo, no solo no las combate, sino que las fomenta.
La construcción de la herramienta. Para organizar al pueblo primero debemos organizarnos quienes, detrás de un proyecto, asumimos su representación. Sin organización política, por más que se tenga en claro el Proyecto Político, la construcción del poder es una utopía. Debe ser una estructura pensada en función de la representatividad real y no de la representación a como dé lugar. Se crece desde la base con la incorporación del pueblo a las estructuras. Como organización política se debe prever el propio crecimiento, adaptando y transformando sus estructuras a las necesidades de la lucha popular. Ningún partido liberal puede contener a la organización que pretendemos, pero, en cambio, ésta puede contener varios partidos.
El Funcionamiento. Ni la representatividad ni el proyecto político ni las estructuras sirven de mucho sin un correcto Funcionamiento Orgánico. Debemos tener especial cuidado a la hora de definir los criterios de funcionamiento, pues éste debe superar o contener las contradicciones secundarias del campo popular y de la misma práctica política. El funcionamiento debe sintetizar los diferentes niveles de acuerdo con el proyecto político y permitir la elevación del nivel de conciencia en un proceso ascendente dentro de las estructuras Debemos promover nuevos dirigentes de base que hoy representan las conquistas sociales logradas en el pasado y las nuevas desmandas justas de la sociedad contemporánea y contribuir a su formación ideológica y política. El funcionamiento no debe detenerse por ningún motivo, pues ello implica detener el proceso de construcción del poder popular y deviene en la liquidación de la organización. El funcionamiento debe poder contener distintos procesos y/o posturas político ideológicas y de ser posible, hasta superarlas. Lo que no puede contener son los procesos personales y desviaciones ideológicas tales como el individualismo o las prácticas conspirativas contra otros compañeras/os. Estos criterios deben ser muy bien especificados y acordados por todas/os, pues hacen al correcto funcionamiento de la herramienta organizativa y su conocimiento y comprensión redunda en el éxito del proyecto político.
La evaluación de nuestra práctica. Si las estructuras que armamos y el funcionamiento definido no logran convocar y organizar al pueblo, sin duda, habremos fracasado. Por ello es indispensable evaluar permanentemente la práctica cotidiana a la luz de los resultados, con el fin de detectar los errores y adecuar la propuesta política o las estructuras organizativas o el funcionamiento, según sea en dónde se encuentre la razón de nuestra debilidad, cuantas veces sea necesario, hasta alcanzar el logro de los objetivos.

Los objetivos de la militancia Nacional y Popular siguen siendo los vinculados a la Liberación Nacional y social que son indisolubles la necesaria reconstrucción del Movimiento Nacional, ya que el tener un Gobierno consustanciado con esos principios no significa, por sí mismo, haber logrado esas metas. Es decir, sin la necesaria participación popular no se tiende a terminar efectivamente con los privilegios, no habrá Justicia ni inclusión social, ni ningún otro objetivo popular que pueda cumplirse. Es obvio, entonces, que hablamos esencialmente no sólo de nuestras tradicionales banderas:
Justicia Social
Independencia Económica
Soberanía Política
Sino también de la necesidad de fortalecer el marco regional con la imprescindible e impostergable Unidad de los Pueblos Hermanos de Latinoamérica
Los gobiernos que desde 2003 encabezan los compañeros Néstor y Cristina han logrado avances muy importantes y que es necesario consolidar. Ante el ataque de la oposición, sin propuestas claras, nuestro Gobierno ha profundizado medidas. Se podrán reprochar el haber cometido algunos errores, pero estos a pesar de la propaganda de los medios opositores, son superables con movilización popular nunca, desde 1955 hasta ahora, se hizo tanto en pos de nuestras banderas históricas y de la integración Latinoamericana. Las críticas de la reacción no son por los errores, sino por estos grandes avances.
Queda mucho por hacer, profundizar los cambios es la mejor manera de defender lo alcanzado. Para ello la movilización y participación popular es imprescindible e insustituible. La reconstrucción del Movimiento Nacional en el que puedan expresarse todas las voces del Campo Nacional y Popular; para ello la recuperación de la política como eje de la participación popular son parte de esa tarea pendiente y el peronismo su eje medular. Este es el desafío.
En 1949, a pesar de todas las conquistas sociales alcanzadas por el gobierno Peronista y en la plenitud de su ejercicio, Evita era consciente de que aún faltaba mucho por hacer, por lo que en uno de sus memorables discursos, diría: “Si la Patria fuera libre y su pueblo fuera feliz, ser peronista sería un derecho, hoy ser peronista es un deber”.
Porque creemos que hoy ser peronista, sigue siendo un deber, nuestro orden de prioridades no se altera “Primero la Patria, después el Movimiento y por último los hombres”. Y desde esta conciencia y con espíritu amplio, convocamos a las compañeras y compañeros que adhieran al presente documento para que se sumen a la tarea de lograr una organización política con una amplia base popular, democrática y participativa. Una organización donde hasta el último de las/os compañeras/os tenga voz y voto para definir la línea política del conjunto y que le permita, soberanamente, decidir sobre estructura organizativa, funcionamiento y conducción. Una organización sin más “Referentes” que la propia organización. Que sea garantía de continuidad histórica en la lucha por consolidar la Patria Socialmente Justa, Económicamente Libre y Políticamente Soberana.
En el acuerdo y respeto a los principios militantes que se establezcan, estará la clave de la construcción política correcta.

Hacia la definitiva Liberación Nacional y Social

Por la felicidad del Pueblo y la Unidad Latinoamericana
¡Venceremos!

Convocatoria Militante “La Bernalesa”
Junta Promotora


FRANCISCO “BARBA” GUTIERREZ ; Secretario GeneralCARLOS "CACHO" FUENTES; Coordinador General

Dinora Gebennini
Stella Casasola
Dina Marcuzzi
Marta Selvagio
Nilda Amelia Bitar
Elvio Alverione
Francisco “Pancho” Viecho
Horacio “Oveja” Seillant
David Gutiérrez
Oscar Galante
Manolo Pedreira
Héctor Albera
Osvaldo “Gringo” Abollo
Alfredo Castelli
Sebastián Raspa
Eduardo Rodríguez
Juan Pelitti
Carlitos Méndez
Negro “Beto” Ayala
Ricardo “Negro” Fernández
Daniel “Yety” Bitar

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