miércoles, 11 de noviembre de 2009

Informe Segundo Encuentro La Bernalesa del 03/10/2009

Luego de leer las síntesis de las comisiones, consideramos que existen algunas coincidencias significativas en dichas recopilaciones, que son las que se describen a continuación.
Reiteramos, no obstante que lo que aquí expresaremos dista de ser una síntesis acabada y cerrada, sino más bien una reflexión un poco más ordenada de una discusión que aún está abierta y que, creemos, debe seguirse hasta agotarla. Es por esta razón que no la enviamos antes.
El Encuentro tuvo lugar en la Ciudad de Quilmes, entre compañeros de todo el País, desde las 9.00 y hasta las 18.00 hrs. Se consideraron y discutieron sobre los siguientes puntos:
1) Objetivos del espacio.
2) Proyecto político, presente y futuro.
3) Practicas políticas diferenciadoras.
4) Formas organizativas para Construir un liderazgo colectivo.

1) Objetivos del espacio:

Los objetivos de toda la militancia Nacional y Popular siguen siendo los vinculados a la Liberación Nacional, ya que el tener un Gobierno consustanciado con esos principios no significa, por sí mismo, haber logrado esas metas. Es decir, si no se tiende a terminar efectivamente con los privilegios no habrá Justicia ni inclusión social, ni ningún otro objetivo popular que pueda cumplirse. Es obvio, entonces, que hablamos esencialmente no sólo de nuestras tradicionales banderas:
a) Justicia Social
b) Independencia Económica
c) Soberanía Política
Sino también de la necesaria e impostergable
d) Unidad Regional con los Pueblos Hermanos de Latinoamérica
Apoyar el Proyecto Nacional, la liberación Nacional y el esfuerzo por consolidar una patria justa libre y soberana para la felicidad del pueblo es entonces también construir desde un aporte firme hacia la integración latinoamericana, refrendando el compromiso de la construcción de un espacio de unidad que nos permita sostener y avanzar en el actual modelo iniciado en el 2003 por el compañero Néstor Kirchner. Continuado y profundizado, por la compañera Cristina en una orientación clara de política exterior.
No obstante, para recuperar integralmente nuestros principios y prioridades, en el plano interno, creemos que la dirección a seguir conlleva la profundización del modelo de inclusión social siguiendo los respectivos cursos de acción que tienden a promover:
a) La reforma de la ley de entidades financieras
b) la reforma política
c) La elaboración de un presupuesto participativo en todos los niveles del estado Nacional, Provincial y el Municipal.
Pensamos, también, que se debe tender a generar la solidaridad entre los sectores medios y los sectores de la pobreza, reafirmando la vigencia de la convención de los derechos del niño, entre ellos la protección de los niños de la calle.
El punto de referencia de todo accionar político tanto del gobierno, como de nuestra militancia, desde una perspectiva histórica e ideológica, deben ser el espíritu, los principios y la letra de la Constitución de la Nación Argentina de 1949. En consecuencia sus preceptos deberían guiar nuestro accionar.

2) Proyecto político, presente y futuro:

Intentaremos generar una fuerza política con sentido amplio y la mayor predisposición para vincular a todos los sectores del campo nacional y popular, especialmente los trabajadores y los humildes que son los pilares de esta fuerza gestando una verdadera unidad desde las bases, unidad de acción reasegurada con la transferencia efectiva desde y hacia el gobierno.
El proyecto político del espacio debe partir del proceso iniciado el 25 de mayo de 2003, sustentando los logros del campo popular e incididiendo en la profundización de dicho proceso hasta lograr la plena Justicia Social.
Debemos lograr la verdadera participación del pueblo, revirtiendo la concepción de que él es el objeto eventual de las políticas de Estado para convertirlo en el sujeto imprescindible de la política, único modo de garantizar y defender los cambios y las transformaciones.
Por ello, si bien este espacio no contiene una vertiente electoral, en la medida que se amplíe y consolide, debe incidir y/o decidir en las candidaturas y proyectos electivos.
Nuestro proyecto apunta a concretar la justa distribución de la renta nacional logrando que el trabajo de todos los argentinos sea digno y bien remunerado. En consecuencia debemos partir de estos ejes básicos a fin de lograr la reconstrucción moral, social y cultural de la Nación.
Debemos tender a suprimir, dentro del Estado, los rastros que quedaron de la época neoliberal, no sólo en lo que se refiere a estructuras, sino también en cuanto a los representantes residuales que se escudan en la supuesta pertenencia al Justicialismo.
Creemos, que al cumplir estas premisas, el Movimiento será el defensor consustanciado con el Proyecto, saldrá a la calle, recuperando la movilización, para tener presencia activa y defensiva frente a los ataques mediáticos “destituyentes”.

3) Practicas políticas diferenciadoras;


La Práctica Política tiene que ver con los principios, y esta normativa sustancial no es antojadiza sino que es el rescate doctrinario de varias generaciones de militantes peronistas y que se sintetiza en aquello de: “Primero la Patria, luego el Movimiento y por último los Hombres”. La doctrina no es otra cosa que la práctica acumulada hecha teoría. Todo precepto doctrinario no es más que la corroboración práctica de una norma acordada por todos. Debemos redefinir esos acuerdos conjuntamente para que quienes conduzcan se atengan a las propuestas más representativas y no simplemente sean los “Referentes” mejor posicionados en las superestructuras. Es decir lograr efectivamente la selección de los intérpretes conscientes y cabales del “liderazgo colectivo”.
La práctica política de los años de la resistencia y de los setenta es muy rica en este sentido, solo hay que adecuarlos a los tiempos y formas de lucha presentes.
Debemos abocarnos, entonces, a la necesidad de recuperar la solidaridad militante, como práctica social, alejándola del interés particular y “mercantil” que genera distancia y desconfianza en los sectores populares.
Así podremos fortalecer la democracia participativa, esto es, una democracia horizontal con efectiva participación de toda la comunidad, generando herramientas de debate para impulsar una agrupación no sólo masiva sino fundamentalmente critica. Debemos empeñarnos en la formación política e ideológica necesaria en esta etapa, con un lenguaje entendible para todos los sectores con el fin de construir un estilo diferente en el que prime la coherencia entre el decir y el hacer.
Insistimos en la necesidad de organización política concreta y actual sin perder la perspectiva del mediano y largo plazo. Es necesario plasmar el Proyecto Nacional, manifestarlo en forma escrita y oral, para poder difundirlo, comunicarlo y encontrar los canales para hacerlo, a fin de que se “haga carne” en la militancia, como ejemplo citamos la modalidad empleada en los Planes Quinquenales o el Modelo Nacional, durante los gobiernos de Perón.
Hay que impulsar un salto en la conciencia y en la participación popular resaltando dos conceptos que hasta ahora no han estado en la agenda de la militancia popular:
A) La Cultura Impositiva: el pueblo tiene que tomar conciencia de los flujos impositivos que sostienen la Nación, por la sencilla razón de que el pueblo aporta el 80% de los mismos.
B) Cultura Presupuestaria: el presupuesto participativo se tiene que extender a todo el presupuesto, no al 1% como se da en Rosario o La Plata.

4) Formas organizativas para Construir un liderazgo colectivo:

Reconocemos al Pueblo como el gran sujeto de la historia, que debe ser protagonista en cualquier armado político.
Revalidamos la necesidad de recuperar y reconstruir la mayoría política y social, con potencialidad de expresión electoral.
Planteamos la construcción de una organización, en forma horizontal y amplia, sin sectarismos.
Iniciamos un esbozo para la formulación de un Documento Fundacional del espacio.
Sostenemos que los liderazgos deben nacer de las conductas, acciones, historia y comportamientos de los compañeros y no de jerarquías impuestas “desde arriba” por cargos, influencias, círculos, etc.
Propiciamos la formación de un Equipo de Contenidos de Comunicación, con participación en los medios públicos de comunicación; utilización de nuevos canales y herramientas para ello y de un circuito para insumos, como el papel de las fábricas y unidades productivas (ex Massuh) o del Estado.
Proponemos la constitución de una mesa colegiada de coordinación y representación básica del espacio de la convocatoria.
Impulsamos una Comisión Coordinadora para la Reforma de la Constitución Nacional, recuperando y actualizando el espíritu de la Constitución del 49 de cara al siglo XXI.
Finalmente para la continuidad y necesaria vitalidad de nuestro espacio colectivo sugerimos, a corto plazo, las siguientes propuestas:

Hacer un acto del Día de la Militancia, el 17 de Noviembre.
Continuar con la realización de encuentros seccionales y regionales. Facultar al Compañero Gutiérrez para elevar al máximo nivel político las conclusiones.

“Mientras exista un compañero con quien caminar juntos, nos alejamos de la indiferencia del sistema, pues para nosotros la madre de todas las batallas será la lucha final contra la dependencia”

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